ESTÁN COMBATIENDO A LA BUENA PRENSA

¡Salud Amigos! Con optimismo y alegría les saludo. No nos rajamos, seguiremos en pie de lucha porque como decía Zapara vale más morir de pie que de rodillas frente al tirano!!!!

jueves, 23 de septiembre de 2010

UN SOBRINO DEL DR. LAURO ORTEGA DE XOCHI...(¿O XOCHI DÉL)


Dábamos por perdido a José Luis el Grande, el herrero, maestro y exdirector de escuela primaria, filósofo, gambusino, escultor, beneficiador de oro y plaqta, maestro de todas las obras y, como si fuera poco, amigo del buen comer, del tomar a rajatabla y fuente inagotable de chistes y anécdotas.

Salió en el peíódico de escándalos, nota roja y sex, que habían "levantado"a un hojalatero y resultó que no se trataba de él sino de un tipejo que patea a su tío, pega a su esposa y se apodera a la mala de propiedades. A cada rato tenía líos con cándidos clientes que le llevaban su auto para reparación y quedaban altamente insatisfechos. Yo mismo un día lejano lo metí en regla acudiendo a la PROFECO que entonces funcionaba y no, como ahora, está en manos de un protector de proveedores, sobretodo de autos, pues fue voraz distribuidor, el tal Cedillo que no es z, pero da lo mismo. Tan sinverg[uenza uno como el otro.


Me desvié, movido por la pasión... Me cuenta Pepe que el inolvidable Doctor Lauro Ortega un día se encaró con su portero porque no le pasó a un sobrino.

--Señor, ¿cómo iba a adivinar que el sombrerudo de huaraches y vestido de andrajos era su pariente? No quise molestarle...

---Pos la próxima vez moléstese usted en anunciar a quien sea. Yo recibo a cualquiera del pueblo. Contimás si es humilde...


Gutiérrez Ortega, hijo de una hermana, pidió algo muy simple tras la pregunta de rigor:

---¿Qué se te ofrece? Porque seguro que no viene sólo a saludarme.

-- PUES VERÁ TÍO, NO QUIEREN DARME LUGAR EN EL MERCADO PARA VENDER MIS VERDURITAS.

---¿Cuántos metros de local requieres?

---Tantitos, sólo para tres días-

---¡Oye! ¿No quieres unos taxis, no necesitas dinero? Pídeme y te doy.

---No tío, gracias. Sólo un localito por tres días.


Dice José Luis de la Cruz que el hombre vive en la colonia Barona de Cuernavaca. Que vive muy sencillamente. Que tiene una casa de dos pisos que hizo para una mujer que se le peló para los Estados Unidos y que en ese cuartucho que allí ocupa, un día le extendió uina carta para que le leyera, de esa infiel, pues no sabe leer ni escribir. Le pedía que la recibiese que estaba muy arrepentida.


---Ponle que ¡se vaya mucho a la chingada, no más!

Esa es la historia de Mauro que tuvo un tío llamado Lauro. Ambos de apellido Ortega.

Historia cuya autenticidad o calidad apócrifa se le debe endilgar a José Luis De la Cruz que no fue secuestrado y aún radica en Tezoyuca.

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